Quiero ser.

Una mujer exitosa aun en las cosas más sencillas de la vida.
Una mujer emprendedora aunque tenga que empezar una y otra vez para vencer.
Que mira a los demás como a mí misma, para bien y no para mal.
Quiero ser alguien que ama a Dios y a los demás incondicionalmente.
Quiero descubrir en los demás las virtudes y no los errores.
Ser sabía para caminar en ésta vida, sabiendo que la sabiduría viene de Dios.
Encontrar en las pequeñeces de la vida la grandiosidad de Él.
Quiero ser alguien que no selecciona a la gente por lo que tiene, sino saber que todos fuimos creados por Dios; que hay momentos buenos y malos para todo ser humano, pero todo es pasajero.
No mirar la desgracia como un fracaso sino como un crecimiento.
Quiero ser, por sobre todas las cosas, una hija de Dios.

Y tú, ¿qué quieres ser?

¿Qué demás?

Puedes decir a lo que sobra, puedes decir a lo que te gusta (en forma de expresión).
¿Qué demás -dice el señor- quieres agregar a tu carne? (Galatas 5.)
O ¿Qué demás quieres agregar a tu espíritu?
¿Qué demás? ¿A las vanidades o a las cosas espirituales?
Hoy te dice el señor: Es tiempo de definición, para tu carne, para tu espíritu. Es tiempo de que no hermosees la carne diciendo está demás fornicar, adulterar, mentir, etc.
Pero debes de saber que su fin es muerte. El infierno espera.
Pero si está demás  ser amigo de Jesús, tomarás la cruz y moriras la carne, y sus pasiones desordenadas, para vivir al espíritu que es vida.
Porque el que quiera perder su vida la ganará.